Les hemos dado bastante tiempo a los distritos, por tanto sugiero que lo dejemos hasta ahí (obviamente, si nadie opina lo contrario).
Solamente un breve comentario al respecto, ya que en los últimos aportes hechos por ustedes hay un par de cosas que deben ser aclaradas.
En primer lugar, Juan dice que en Texas se puso una demanda para cambiar el método de plancha por el de distritos, ya que el primero deja fuera a las minorías. En realidad, no es el voto en plancha el que las deja fuera sino la fórmula que se aplica para la asignación de escaños. Si se vota en plancha y se aplica una fórmula proporcional habrá representación de minorías, si se aplica una fórmula reductora ellas no tendrán representación. Por el contrario, en los distritos siempre quedan fuera las minorías, ya que el ganador -que es uno solo- se lleva todo.
En segundo lugar, Olafo sugiere que la Asamblea podría decidir la eliminación del congreso en el ordenamiento político de nuestro país. No quiere decir que él está de acuerdo, solamente lo plantea como una posibilidad. Espero que eso no se produzca, porque eso significaría la instauración de un régimen que no sería democrático ni se configuraría un Estado de derecho.
Finalmente, creo que a través del tema de los distritos hemos podido ver las múltiples complejidades que se deben enfrentar cuando se trata de definir los sistemas electorales. Esperemos que los futuros asambleístas comprendan que no se puede tratar cada uno de sus componentes aisladamente. Estos funcionan como un verdadero sistema o como un conjunto de engranajes, de manera que lo que se mueve en un lado tiene efectos en los otros lados. Quedarse sólo en la fórmula (como lo ha hecho reiteradamente el congreso) o en la forma de elección (por listas, por personas o uninominalmente), solamente llevará a profundizar los problemas.
Les invito a que abordemos otros temas.
domingo, 27 de mayo de 2007
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