domingo, 19 de agosto de 2007

Votación por personas

El amigo Olafo, una de las personas que siempre realiza aportes interesantes en este foro, hace una observación sobre una expresión mía en una entrevista en El Comercio. Se refiere al calificativo de absurda con el que yo me refiero a la votación por personas en listas abiertas. Su llamado de atención es muy pertinente, ya que, como lo hace notar, de esa expresión de desprende un cierto aire de intolerancia de mi parte, lo que obviamente no es mi intención ni va con mi posición de absoluto respeto a las opiniones ajenas.

El calificativo hace referencia al sistema de votación, no a las personas que lo utilizan, y se basa en lo que ya se trató en este espacio en el mes de mayo (especialmente en el comentario del 13 de ese mes), en el sentido de los efectos que produce esa modalidad. Mi expresión en la entrevista se presta para la interpretación del amigo Olafo, sin que esa haya sido mi intención.

Como lo sostuve en las ocasiones anteriores en este Blog, creo que esta modalidad de votación es la peor del mundo porque lleva a la fragmentación, no permite identificar un claro mandato por parte del elector, es un obstáculo para la conformación de organizaciones políticas fuertes y estables que puedan asegurar condiciones apropiadas para el desarrollo de la política y personaliza a esta actividad. Además, abre campo para el desperdicio y la nulidad del voto y es mucho más propicia para el fraude que cualquier otra de las formas conocidas. Por todo eso no se la utiliza en ninguna parte del mundo (por lo menos no para conformar congresos o asambleas).

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