domingo, 27 de enero de 2008

Temas

Sí, claro que podemos debatir sobre el Mandato 002, aunque no corresponda estrictamente a lo que debe hacer la Asamblea. Pero, ya que está reemplazando al Congreso, habrá que analizar también este tipo de cosas.

Creo que, como siempre ocurre, este instrumento jurídico (que en el fondo equivale a una ley orgánica, y no entiendo por qué no la llaman así) tiene aspectos positivos y negativos. Sobre los primeros, me parece acertado ponerle un techo a la remuneración en el sector público y también limitar el monto de las indemnizaciones. Al fin y al cabo, todos somos los empleadores de los funcionarios y tenemos derecho a que se cuiden nuestros recursos.

Sobre los aspectos negativos, es poco lo que se puede añadir a lo que han dicho algunas voces especializadas, especialmente acerca de la no inclusión de la fuerza pública y el olvido de los contratos colectivos (que al parecer llevará a una reforma en los próximos días, ya que así lo ha decidido el presidente de la República).

Pero aparte de estos dos aspectos, me parece que hay otro que no se ha tocado y que tiene mucha importancia. Me refiero, al efecto que puede tener un techo único o general para todas las remuneraciones del sector público, cuando hay actividades que demandan mayores niveles de calificación y de experiencia. Es verdad que se ha dejado espacio para algunas salvedades, pero su definición final dependerá del reglamento, es decir, de algo que puede cambiar con el humor de los mandatarios de turno.

Creo que esto debió ser parte de la ley (del mandato), bajo la forma de una escala de remuneraciones claramente establecida. De esa manera, se habría hecho justicia en todos los sentidos y se habría impedido que en cualquier momento se cambie el espíritu del propio mandato cuando algún gobierno introduzca remuneraciones más altas por medio de sencillos cambios en el reglamento.

Creo que el apuro fue nuevamente el consejero y, de lo que hemos visto hasta ahora, parece que no es el mejor personaje para desempeñar esa función.

2 comentarios:

Olafo dijo...

¡Si señor! Opinamos muy parecido Don Pachano. Difiero un poquitín en la forma porque yo sería más generoso con el gobierno.

Mi opinión en este tema es la siguiente:

En primer lugar debo felicitar a la asamblea por la lay. Ya era hora que se pongan límites a la burocracia dorada en donde se esconden las más sedientas garrapatas que drenan la sangre de nuestro país.

Creo que una norma de este tipo jamás habría podido salir del difunto congreso. Opino que la reforma tributaria tampoco habría podido salir adelante así que, en mi opinión, la Asambléa definitivamente se está haciendo un buen trabajo.

Concuerdo con el comentario de Don Pachano en el tema de que el costo de esta ley es que gente con verdadero talento NO pueda trabajar en el estado debido a que su valor en el mercado haga imposible su contratación. Esto hay que mejorarlo con mucho tino para evitar que las excepciones a esta ley queden abiertas permitiedo los manoseos del gobernante de turno.

La propuesta de Don Pachano de reformar el mandato para incluir una escala clara de remuneraciones es razonable y digna de ser propuesta como una mejora.

Don Pachano, hay que apoyar a los que hacen las cosas, los que hacen las cosas tienen derecho a equivocarse. Solo los que no hacen nada nunca se equivocan.

En la refoma tributaria yo tengo una pregunta, me encantaría que alguien que sepa de este tema me explique por que no podemos deducir de nuestros ingresos cualquier factura válida... Opino que si la gente incentivada por poder bajar de sus impuestos lo que compre con factura pediría más facturas y esto ayudaría mucho a mejorar el trabajo formal y agrandaría la base de gente que paga impuestos.

Un abrazo para todos.

grgh dijo...

¿Es que es negativo el techo único? ¿Límita las posibilidades de 'los talentos'a prestar servicio social?
¿Que pasaría con el techo 'móvil'? Quienes reclaman a rajatable una autonomía 'a la carta', indudablemente que lo hacen, entre otras razones, por la posibilidad de poner ,no precisamente un techo que limite sus remuneraciones, sino un 'piso' a partir del cual puedan elevarlas. Una realidad que la encontramos en las universidades: el CONESUP (antes CONUEP),es decir los rectores, establecieron como parte de sus remuneraciones las tan reclamadas 'eres' - 5 por responsabilidad, 5 por representación y 5 por residencia- las mismas que no se terminan con el final de su mandato, sino que acompañan a tan distinguidos talentos hasta el final de sus días. Pero, como las universidades son autónomas, sucede que a más de las 15, en algunas de ellas (no estoy seguro que en todas)éstas se incrementaron en función del talento del respectivo rector.
Poner un techo 'móvil' significaría cambiar las cosas para que...las cosas no cambien!
grgh